miércoles, 3 de septiembre de 2008

Entrevista a Freddy y Marcelo.





28 Agosto 2008


Esta carta en principio fue pensada para completar una entrevista que hizo la revista devenir de buenos aires a marcelo el lunes pasado 18 agosto, pero luego el kompa la profundizo para difundirla.saludos a todxs, a lxs ke no nos conocemos x su verdadera solidaridad desde aki seguimos luchando


Somos dos chilenos: Freddy Fuentevilla Saa y Marcelo Villaroel Sepúlveda quienes hoy nos encontramos en la Unidad de detención Nº11 de Neuquen, Patagonia Argentina.
Fuimos detenidos el 15 de Marzo recién pasado en la localidad de San Martín de los Andes adonde llegamos después de cruzar la Cordillera caminando y cuando quisimos entrar a un restorán fuimos agredidos xenófobamente por militares de civil, guardias del lugar y policías.
Al momento de producirse este hecho, estábamos armados con pistolas; habíamos ingresado de manera ilegal a territorio Argentino y en Chile se nos busca(ba) intensamente ya que, desde noviembre del año pasado, se nos acusa de haber participado en un asalto a un banco, en pleno centro de Santiago, y en un posterior enfrentamiento con carabineros resultando uno herido y otro policía uniformado muerto.
Vista así las cosas, fuertes y complejos los motivos, pareciera que nuestra situación fuera una mas de las tantas que llenan las paginas policiales de la Prensa y que involucra a “peligrosos delincuentes internacionales que deben ser devueltos a sus países de origen a pagar por lo que deben ya que representan aquel flujo turístico indeseable para cualquier Estado(...)” y para quienes se tiene aceitada la maquinaria Jurídico-Mediático-Policial que tramita velozmente Extradiciones y Expulsiones a su gusto y conveniencia y sin interesarle, en lo mas mínimo a renombrados juristas del derecho internacional, Organizaciones y Asociaciones auto reivindicadas de Derechos Humanos e incluso a la llamada Militancia del Campo Popular.
Sin embargo, desprovisto de la intención majadera y autorreferencial, creo necesarias algunas consideraciones para tener en cuenta:

Nos trasladamos a territorio Argentino con la intención primera de salvaguardar nuestras vidas y así poder tramitar la petición de Refugio Humanitario, ya que nuestro único y real delito es ser reconocidos Luchadores Sociales y orgullosos Combatientes Populares quienes, a pesar de vivir la represión hace ya décadas no hemos cesado en aportar a la construcción social anticapitalista, Autónoma y Revolucionaria en los últimos 22 años de nuestras vidas, permanentemente criminalizada y perseguida por el Estado policial Chileno.

-Freddy Fuentevilla Saa, 37 años, 2 hijos, técnico agrícola, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (M.I.R.) . Su padre, en los días posteriores al golpe militar de 1973, fue detenido y torturado en los bosques de la armada chilena apostados en la Base Naval de Valparaíso, quedando con secuelas, de todo tipo, hasta el día de hoy.
Su hermano Cristian, también militante del M.I.R., encarcelado entre 1996 y 1999, bajo un régimen de alta seguridad, aun enfrenta procesos substanciados por la Justicia Militar que en Chile, paradójicamente, a pesar de continuas sanciones internacionales, juzga y condena a civiles con total impunidad y en completa concomitancia con el poder político dominante que se muestra al mundo, vendiéndose como progresista y democrático.

-Marcelo Villaroel Sepúlveda, 35 años, 4 hijos, sociólogo. Encarcelado desde los 14 años de edad. En 1987, entre 1989 y 1990 y desde 1992 hasta el año 2004 como resultado de una activa militancia en el Mapu-Lautaro, organización político-militar-revolucionaria ya desarticulada por la intensa Represión del Estado policial en la década de los 90.
Procesado y condenado por la ley 18314 (ley antiterrorista) en Fiscalias Militares y juzgados civiles en una doble competencia aun vigente. Indultado, junto a una veintena de presos políticos, en el 2004 a través de una ley que reconocía claramente el carácter eminentemente político de nuestro accionar.
Desde el momento en que salí a las calles tuve que convivir con el permanente acoso y hostigamiento de las policías y los servicios de seguridad: intervenciones telefónicas, detenciones injustificadas, golpizas nocturnas, seguimientos continuos en que la mano negra de la inteligencia policial nunca dejo de estar presente, impidiendo el desarrollo de una vida con relativa normalidad.

Podría extenderme mas aun, en un relato pormenorizado de cada una de las situaciones y circunstancias que dan origen a nuestra actual situación; sin embargo, pienso, es necesario que el mundo, por un momento fije la mirada en lo que conocemos hoy como la democracia chilena.

Una democracia que se rije por la constitución de Pinochet, hecha en 1980 y de la cual se desprende todo el funcionamiento político-orgánico en la actualidad. Y que ha sido sometida a uno que otro maquillaje para reactualizarla.
Una democracia que desde 1990 y con mas de 18 años, 4 gobiernos en manos de la concertación de partidos por la democracia, ha mantenido en sus cárceles a centenares de presos políticos –como delincuentes subversivos- bajo un continuo tratamiento de Alta Seguridad y procesados y condenados por la ley antiterrorista.
Han sido mas de 600 personas ligadas a organizaciones revolucionarias que han tenido que enfrentar la cárcel como sanción normalizadora por su reconocida militancia anticapitalista.
Del mismo modo desde 1997, cuando el movimiento Mapuche radicaliza sus posiciones en la lucha por libre determinarse, la represión se agudiza al punto que la confrontación con el Estado Chileno es inevitable arrojando ya varios peñis Muertos, cientos de clandestinos y también otros tantos presos.
El Estado Chileno insiste en equiparar las acciones radicales de movilización y protesta Mapuche con actos terroristas. Esto a pesar de numerosos observadores internacionales –entre los que destaca el relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de DD.HH. de los pueblos indígenas, Rodolfo Stavenhagen, quien visito Chile en el 2003- sostienen que no corresponde asignarle la categoría de delito terrorista ni aplicar la ley de Seguridad Interior del Estado o la ley antiterrorista a las legitimas demandas Históricas de un pueblo. Se llega al absurdo de criminalizar con la figura de “Asociación Ilícita Terrorista” formas ancestrales de organización social como el lof y la comunidad. Es como que se nos encarcelara por el solo hecho de ser familia.
En democracia han sido asesinados por las fuerzas policiales antisubversivas mas de 70 combatientes populares, sin contar los anónimos proletarios asesinados en comisarías en extrañas circunstancias, así como Konas y Weichafes. No hay ningún policía detenido ni que haya pagado con cárcel la brutalidad de su accionar. Los falsos enfrentamientos, las balas por la espalda como a: Claudia Lopez, Matias Catrileo, Fernando Soto Duran, Alex Lemun, por solo nombrar algunos que son un continuo, y permanentemente usados como “método disuasivo” por carabineros y con mayor sutileza, pero no menos tenebrosidad, la policía de investigaciones.
En democracia, la aplicación de la tortura en forma sistemática, es una practica naturalizada por policías y gendarmes principalmente para “ablandar” a quienes deben pasar por ella: Abuso sexual, colgamiento prolongado, asfixia mediante bolsas en la cabeza, introducción de mangueras de alta presión en boca y ano, privación del sueño, permaneciendo en pie y sin dormir durante días, vendado y esposados y en posiciones incomodas, por nombrar solo unas cuantas de estas practicas que a pesar de ser denunciadas no tienen responsables sancionados, ni encuentran recepción judicial imparcial para ser investigadas.
La dirección de inteligencia policial de carabineros (DIPOLCAR) nacida en 1988, aun con Pinochet en el poder, y entre sus fundadores se encuentra el fallecido en Panamá en accidente aeronáutico, José Bernales, hace unos pocos meses. Sus funerales, espectáculo Mediatizado de pontificacion de un Asesino, violador, inhumano en el tratamiento de los detenidos y hoy aparece como el “General del Pueblo”. 1
· La complicidad manifiesta entre policías, poder político, el judicial y el legislativo hacen de Chile y su Estado de Derecho, uno de los mas represivos de Latinoamérica en donde la disidencia política es caratulada como delincuencia terrorista, vandalismo y lumpen. Solo entonces se permite disentir en los marcos de una legalidad altamente restrictiva, en donde cualquier atisbo de radicalidad de la protesta social es reprimida y perseguida con todo el peso de la ley hecha a gusto y forma de quienes explotan y dominan con un capitalismo salvaje y depredador como es el que se aplica en Chile hace ya 3 décadas.

Nosotros, al momento de enfrentar la persecución y la condena mediática a través de un montaje policial sin precedentes en los últimos años; no éramos individuos aislados y solo reducidos al vinculo afectivo de familia y amigos sino que, nos constituimos como parte activa de una franja social-popular-revolucionario libertaria que constituye, desde distintas sensibilidades y micro-culturas de resistencia, un camino de liberación indígena y proletaria.
Esta claro que no creemos en sus vías de participación social que tienen al trabajo asalariado con altísimas tasas de plusvalía; a su sistema electoral que oscila entre la derecha y la izquierda del capital; y un estado policial junto a una maquinaria de control y castigo como instrumentos de contención para la rebeldía social y la resistencia originaria y popular.
Nuestra apuesta y decisión individual y colectiva, ha sido la recuperación de nuestra Memoria de Lucha que, inevitablemente, es confrontacional con todo el entramado democrático del capital. Porque recupera nuestra identidad de clase y nos posiciona como protagonistas activos de nuestras vidas, generando una comunidad de ideas y valores antagónicos a los impuestos por las clases dominantes en un país que se vende al mundo como una democracia avanzada y disciplinado alumno-aliado de Estados Unidos en la región.
Desde la autonomía en las formas de organización, con horizontalidad como manera de organización, expresando un sentir a través de la acción directa, generando cultura para la guerra social; intercambiando experiencias con otros pueblos, otras luchas, reconociendo el carácter multiforme de la acción revolucionaria que se niega a vivir en estos difíciles tiempos bajo el imperio del capital y un deprimente espectáculo social de muerte.
Así se ha venido construyendo una franja del campo popular chileno que hoy debe enfrentar la persecución y la represión sostenida a través de renovadas tecnologías de control impuestas por el Estado que no escatima esfuerzos y recursos para ello.
De allí provenimos y asumimos con identidad de pertenencia, todo lo que ahí sucede, pero comprendiendo que el ejercicio de la expansión de la lucha en América latina es el desafío que debemos transitar para combatir a un enemigo que es mundial.
Hoy en Chile, nos espera las penas del infierno. Condenados mediaticamente, juzgados policialmente, pero nunca ni siquiera indagados, nos sabemos destinados de un castigo ejemplificador como mensaje directo a todas y todos los que osen transgredir la paz social de los ricos.
Y la única salida jurídica que hoy tenemos es la petición de refugio humanitario, proceso que estamos peleando en los marcos legales ya definido para tales efectos acá en Argentina.
De algún modo, la situación que enfrentan los campesinos paraguayos, acá en Argentina, encuentra un símil en la nuestra. Perseguido por sus estados de origen, inculpados con infinidad de farsas hechas verdades jurídicas y expuestos a los pactos políticos y económicos interestatales donde la prioridad son las inversiones, los asuntos comerciales y no el verdadero respeto – con autonomía- de los derechos humanos de los eternamente perseguidos.
Hoy, acá en Neuquen, bajo un agobiante régimen de mas de 20 horas encerrados y en celdas individuales, sin tener patio para caminar, sin ver luz natural so pretexto de “medidas de seguridad” impartidas por el jefe provincial de las unidades de detención; a pesar de todas las restricciones y verdugueos propios del carcelero; hemos ido generando vínculos y redes de apoyo, hermanas y hermanos en la idea que han hecho suyas nuestras reivindicaciones y han comenzado a actuar en concordancia con los objetivos planteados que son:


a- descorrer el velo de la cruda realidad chilena y la represión continua al campo popular y al movimiento Mapuche.


b- Difundir nuestra situación como la evidencia presente de una lucha revolucionaria-libertaria que no se detiene.


c- Generar un colchón social de apoyo acá en Argentina para el buen termino de nuestra petición de Refugio Humanitario.


d- Profundizar los lazos de unidad y articulación de las sensibilidades hermanas que hay a uno y otro lado de la cordillera.


e- Extender la solidaridad como principal arma de lucha para todas y todos lxs compañerxs invisibilizados tras las cárceles-centros de exterminio del capital.

Para concluir, quisiera saludar con un abrazo y beso fraterno a cada unx de lxs compañerxs que han ido conformando redes de apoyo acá en Neuquen, en Buenos Aires, en Santiago, Valparaíso, Iquique, La Serena. En Barcelona, en Méjico, en Italia, Brasil y en diferentes lugares desde donde nos han hecho sentir el vital e incondicional apoyo para que todo esto se resuelva de la mejor forma posible.
Con una convocatoria a no bajar los brazos en la lucha por la emancipación humana, me despido con un fuerte grito de resistencia al castigo del Estado-Capital y con la fuerza y la confianza que nuestros sueños de liberación no caben en sus cárceles...

¡¡¡Mientras Exista Miseria habrá REBELIÓN!!!
¡¡¡Refugio Humanitario AHORA!!!
¡¡¡Abajo los Muros de las Prisiones: PRESXS A LA KALLE!!!

[1]
Marcelo Villaroel Sepúlveda
Prisionero Político de origen Chileno
Revolucionario Libertario
Domingo 24 de agosto de 2008
Unidad de Detención Nº11
Neuquen, Argentina




1 José Bernales estuvo en la DIPOLCAR hasta 1995. Hasta esa fecha fue responsable directo y operativo de la desarticulación del Mapu-Lautaro y el entorno social que lo conformaba. Participo en operativos de aniquilamiento y con certeza creemos participo en la muerte nuestra querida Norma Vergara, asesinada con 3 tiros en el pecho venidos de un francotirador de la DIPOLCAR. José Bernales fue trasladado en plena agudización del conflicto mapuche como responsable de su institución que actuó bajo una lógica de Cornelio Saavedra actualizada: reprimir las comunidades, encarcelar masivamente, allanamientos con lógica de ejercito contra guerrilla, política de tierra arrasada, en definitiva criminalizar a un pueblo sin comprender que no hay leyes ni castigos capaces de quebrar un sentimiento que es infinito, como el amor a la libertad.
José Bernales conoció bien al Movimiento Lautaro, lo reprimió personalmente. También aplico sus técnicas de represión aprendidas en el MASSAD hacia el Pueblo Mapuche y ya como Gral. Director de Carabineros siempre su política fue la continuidad prepotente y antisubversiva de sus antecesores. Este personaje nos condeno a muerte públicamente y a sufrir las penas del infierno mientras estuviéramos en sus manos. Pero ya no será posible pues ya esta MUERTO!!!

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